P. GARCÍA-BAQUERO de Abc Andalucía Córdoba ha realizado un reportaje sobre la Fundación Cordobesa de Tutelas y su aportación al modelo andaluz de fundaciones tutelares. En el mismo, participa Juan Antonio Muñiz, presidente de esta entidad Cordobesa.
«¿Quién se ocupa de tutelar a las personas con discapacidad que no tienen familiares o los que tienen no están en condiciones de tutelarlas? La Fundación Cordobesa de Tutela se ocupa de 200 de estos casos entre los que se incluyen personas mayores que se encuentran en residencias, personas más jóvenes con discapacidad intelectual, trastornos o anomalías mentales que en su mayor parte se encuentran ingresadas en distintos Centros de la capital y provincia de Córdoba. Pero también, personas que conviven en casa de sus progenitores pero éstos no están realmente capacitados para su tutela y precisan ayuda.
La creación de la Fundación Cordobesa de Tutela en el año 2000 cambió el rumbo de muchas de estas vidas, sacándolas de la marginación pero lo que comenzó con menos de una decena de personas tuteladas, y prácticamente con los mismos recursos de entonces, tiene a su cargo y bajo su tutela actualmente a más de 200 personas incapacitadas por un juez.
De ahí que la Fiscalía de Córdoba en su memoria de 2016, por segundo año consecutivo, recoja que la Fundación Cordobesa de Tutela esta «desbordada». Si bien desde esta año ya no tiene que medirse en convocatorias de subvenciones con asociaciones de cualquier tipo, al tener una subvención «nominativa», sus recursos siguen siendo escasos.
Cordobesa de Tutela, el modelo andaluz
Córdoba fue la primera provincia andaluza en contar con Fundación Tutelar en Andalucía. Su modelo sirvió para instaurarlas en el resto del mapa andaluz en un proceso de más de 17 años que ha concluido con la constitución en Sevilla de la Fundación Hispalense de Tutela.
Pero para llegar a este punto, lo primero fue cambiar la ley. Hace décadas era impensable que los familiares no se hicieran cargo de una persona incapacitada (ya sea un hermano un padre o un sobrino…). De hecho, en el año 1983, la propuesta en el Congreso de que una entidad (persona jurídica) pudiera ejercer la tutela resultó para muchos una ocurrencia disparatada de la que incluso hubo sorna ¿Cómo iba a ocuparse de otra persona un ente?. No muchos años después su necesidad se hizo notoria y comenzaron a surgir las primeras Fundaciones Tutelares amparándose en este nuevo Artículo 242: «Podrán ser también tutores las personas jurídicas que no tengan finalidad lucrativa y entre cuyos fines figure la protección de menores e incapacitados».
El presidente de la Fundación Cordobesa de Tutela, Juan Antonio Muñiz, reconoce que han crecido mucho las personas tuteladas desde su creación en el año 2000 y prácticamente con los escasos recursos con los que cuentan (un abogado, una trabajadora social y una educadora social) en un local de Ciudad Jardín. Muñiz admite que comenzaron con sólo seis personas. Muñiz conoce el problema desde dentro, como presidente además de Faisem (Fundación Pública Andaluza Para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental), de la que la Fundación Cordobesa de Tutela tiene alguno de sus tutelados».