El pasado 1 de octubre, tuvo lugar un Taller on-line en Salud Mental impartido por el área de Empleo de FAISEM y dirigido a personal técnico del Grupo Incorpora de Andalucía.

La sesión, a la que asistieron 62 técnicos y técnicas del grupo Incorpora, fue dirigida por Sergio González, responsable del área de Empleo de FAISEM y Tere Revilla, técnica Incorpora de FAISEM trato diversos temas relacionados con empleo, salud mental y estigma.

El informe ‘El empleo de las personas con discapacidad’, que publica anualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúa a las personas con una discapacidad por razón de salud mental a la cola de la ocupación de todos los grupos de población con discapacidad. En 2019, el último año del que se tienen cifras, ni tan siquiera dos de cada diez personas en esta situación tenía un empleo.

Durante la sesión se destacó que “el estigma, principal obstáculo para el acceso al empleo de las personas con problemas de salud mental.

A la hora de argumentar el porqué, Sergio González, responsable del área de Empleo de FAISEM, declaró que se debe a dos factores: “el estigma y un debut de los problemas de salud mental a una edad absolutamente clave en el desarrollo personal, social, formativo y laboral de la persona”.

El estigma hace que pensemos que todas las personas con un problema de salud mental generarán conflictos en la empresa y en su vida en general y este estigma lo compartimos todos: quienes les atendemos, sus familias, el empresariado, la sociedad en general, etc.”, reflexionó. «Sin embargo, ni el hecho de tener un problema de salud mental ni el diagnóstico en sí son elementos que definan a la persona

La otra razón argüida por el responsable de Empleo de FAISEM para justificar la ínfima tasa de ocupación de las personas con problemas de salud mental es el hecho de que el inicio de los problemas de salud mental se producen en un 75% de los casos entre los 16 y 25 años. Es decir, “en un franja de edad clave en el desarrollo de la persona, cuando se están teniendo los primeros trabajos, se están acabando los estudios…”, apuntó González.

Su compañera de entidad y técnica Incorpora de FAISEM, Tere Revilla, señaló «la importancia de llevar a cabo itinerarios individualizados de empleo como los que se ofrecen desde el programa Incorpora para revertir esta situación de paro estructural y facilitar la incorporación al empleo de estas personas.»

Generar un vínculo con la persona

Revilla remarcó que todas las entidades del programa están preparadas para acompañar al empleo a personas con un problema de salud mental.

En situaciones que requieren una intervención algo más compleja y coordinada con la red sanitaria de salud mental, la intermediación y el apoyo de FAISEM cobran mayor relevancia.

En esa línea destacó que uno de los aspectos más importantes a la hora de facilitar esta atención es generar un clima de confianza con la persona, el denominado ‘vínculo’, para poder conocerla en profundidad y ahondar en sus capacidades, competencias y limitaciones, en coordinación, siempre que sea posible, con los profesionales de la red de salud que atienden a la persona y que es a quien compete el tratamiento de la persona. Por su parte, en el acompañamiento al empleo de personas con un problema de salud mental, como en el de cualquier otra persona, el técnico Incorpora se centra en valorar la motivación de la persona, sus expectativas y capacidades laborales. “Como técnicos debemos respetar siempre las decisiones de las personas y acompañarlos en ellas”, señaló la técnica Incorpora de FAISEM.

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